Estamos diseñadas para la Vida, para el disfrute, para siempre ser la mejor versión de nosotras mismas.
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Aquellas corazas que la cuerpa creó en su momento fue lo más apropiado, fue la mejor opción de todas, fue su inteligencia que nos salvó, nos protegió.
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Ante experiencias vividas que no contábamos con herramientas para poder procesarlas y metabolizarlas en ese momento, nuestra cuerpa creo corazas, patrones reactivos, cerrazón, amnesia con una única razón: cuidar nuestra vida.
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Siento reconocer y honrar esos mecanismos, dejar de luchar con ellos sino reconocerlos y aceptarlos.
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Acariciar esas armaduras con suavidad, observarlas con gratitud y ternura.. ponerlas a fuego lento para que vayan dulcemente derritiéndose.
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Respetar sus contornos, sus limites, sus “hasta ahí te dejo, más no”.
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“respetarnos aquello que no fue respetado”.
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Hasta que vuelva a confiar, a sentirse segura para desarmarse, bajar la guardia que tuvo que montar para cuidarte y dar espacio a la nueva versión, a las nuevas herramientas que tanto buscamos.
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Nuestra cuerpa es una ventaja, siempre lo fue y lo será. No es obstáculo, algo que tengamos que disolver, que manejar o controlar para llegar a la “iluminación”.
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Porque no debemos llegar a ningún lado, pues seres de luz ya somos, sólo nos debemos volver a iluminar todas nuestras partes, encenderle la luz a la inconsciencia y a la sombra, para que no nos controlen subterráneamente y darnos la libertad de vivir como un prisma que cambia de perspectiva constantemente en éste movimiento continuo de estar entrelazadas con el todo.
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Benditas Somos Mujeres🌹.